divendres, 27 de febrer del 2015

Seis gotas aún por llegar


Seis gotas golpearon el cristal.
Los segundos enlazaron nuestros dedos.
Los minutos murieron en bocas
que pactaron no separarse más.


Sesenta gotas golpearon el cristal.
Los minutos acaloraron nuestros cuerpos.
Las horas vivieron la pasión
que el Tiempo supo esperar.


Seiscientas gotas golpearon el cristal.
Y el éxtasis de los segundos y los minutos
desembocó en horas de sudor,
traducidas en placer,
al ritmo de seis mil gotas.
     -todo daba igual menos tu habitación-.


Las seis gotas volvieron.
No recuerdo cuándo;
me dio igual el porqué
Sólo dos luciérnagas fueron testigo,
junto al humo y el cristal bañado,
de una noche aún por llegar.


Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada